La Asociación de Software de Entertainment (ESA), que representa a las principales compañías de videojuegos como Microsoft, Nintendo, Sony y otros, insta a la administración Trump a colaborar con el sector privado para mitigar el daños potenciales de los recientes aranceles de importación. En una declaración a IGN, la ESA destacó la popularidad de los videojuegos y enfatizó que los aranceles en los dispositivos de juego y los productos relacionados afectarían negativamente a millones de estadounidenses y la contribución sustancial de la industria a la economía estadounidense. Expresaron su disposición a trabajar con la administración y el Congreso para mantener el crecimiento económico del sector.
La reciente orden del presidente Trump impone aranceles a Canadá, China y México ha provocado medidas de represalia. Si bien se ha anunciado una pausa temporal sobre los aranceles mexicanos, la situación sigue siendo fluida, con posibles aranceles futuros sobre la Unión Europea y el Reino Unido también bajo consideración. El presidente Trump ha expresado fuertes críticas a ambas entidades, citando preocupaciones sobre sus prácticas comerciales.
Los analistas están evaluando el impacto de estas tarifas en la industria de los videojuegos. David Gibson de MST Financial sugiere que si bien la tarifa de China podría tener un impacto mínimo en el Nintendo Switch 2 en los Estados Unidos, los aranceles en Vietnam podrían alterar ese resultado. También señala que Sony puede necesitar aumentar la producción no China para compensar los impactos potenciales en la PlayStation 5. Joost Van Dreunen, autor del boletín Super Joost, señaló en una reciente entrevista de IGN que el clima económico más amplio, incluidos los impactos potenciales de las tarifas, podría afectar significativamente la recepción del consumidor de nuevas consolas como el interruptor de la Nintendo.
